Historia del coro de alumnos del Amor de Dios


desarrollada en los "Jueves Dedócratas"

Yo, Eduardo Suero, me voy a centrar más en la historia del coro del colegio Amor de Dios. Y mi compañero Jesús Cazorla se centrará más en las vivencias del día a día con el coro juvenil de carnaval, de alumnos y alumnas del propio centro que componen el coro. Pues si los dos hablamos de las vivencias del proyecto, estas van a ser muy parecidas y nos repetiríamos.


Breve historia del coro de alumnos del colegio Amor de Dios

Cuando hablamos de coro Amor de Dios, estamos hablando de un proyecto que nace desde la vocación por la educación. La educación es la columna vertebral del coro. La docencia impregna cada paso que se da en el seno del coro. En muchas ocasiones hemos manifestado que nosotros más que directores somos educadores. Y que por supuesto lo llevamos hacia delante por Amor a Dios, pero sobre todo, por Amor al arte, pues nuestro altruismo es absoluto, aunque a decir verdad, los momentos tan bonitos vividos gratifican cualquier esfuerzo.


Enfocamos pues el coro como una actividad... llámese ¿extraescolar?, ¿complementaria?, ¿grupo juvenil?, nosotros nos inclinamos más como esto último. Como un grupo juvenil del colegio como tantos otros que existen.

Pero para llegar a hablar de nuestro coro como un grupo juvenil, que tiene dentro de sus actividades internas la participación en COAC del Carnaval de Cádiz, es justo que antes hagamos un poco de historia, la historia de este coro.

Nuestro centro, como es sabido por todos, es un centro religioso, los centros religiosos siempre han sido una avanzadilla en lo que la educación musical se refiere, formaba parte de sus currículum en tiempos en los que la LOGSE aún no había aparecido, y en esos tiempos ya se encargó Sor Magdalena de formar grupos para cantar canciones populares y religiosas. Durante muchos años mantuvo encendida la llama de reunirse para cantar. Llama que mas tarde relevaría Sor Concha, que con su coro “el coro de Sor Concha” amenizaba las celebraciones del colegio. Todo esto hasta cuando empieza a aplicarse la LOGSE, y la música ya forma parte del currículum oficial del estado. Junto con el coro de Sor Concha, empiezan a interesarse por la formación de coros, los padres de alumnos, que de la mano de Pedro y Enrique, dedican su tiempo a preparar villancicos y celebraciones colegiales.

Es entonces cuando aparece de forma oficial la asignatura de música en todos los niveles de la educación obligatoria, y la educación musical, debe ser impartida por especialistas. Entro yo en el colegio como profesor de música, (hace quince años) donde además de dar clase en horario lectivo, me comprometo con un grupito de chavalitos de 5º a 2º de la ESO, para cantar la tarde de los viernes, en esos ensayos aprendemos los cantos propios del centro para las celebraciones internas, villancicos, y un repertorio de cánones y pequeña piezas polifónicas que cantábamos a modo de pequeña escolanía. Damos nuestros pequeños recitales, (sin hacer mucho ruido) en algunas iglesias de Cádiz y San Fernando, junto con otro coro que ha seguido por esos derroteros de la música coral durante todos estos años, y que hoy en día ha conseguido tener un gran prestigio; les hablo de la coral María Auxiliadora, que tan magníficamente lleva nuestro también amigo Antonio, profesor de música de las Salesianas.

Pero nuestro coro se aparta de la línea de escolanía que cogió en un principio, y asume un repertorio más juvenil, del momento, donde se cantan canciones de artistas y grupos consagrados, de música actual. Esto hace que el coro sea mas demandado a la hora de entrar en él, por lo tanto crece en número y en calidad (algo que nos hizo ver que estábamos en la buena línea, pues el coro tenía que ser atractivo para los alumnos, y una actividad sana que tuviera las puertas abiertas al alumnado).

En estos ensayos y actuaciones mas desenfadadas, asoma la idea de coro de carnaval. Pues mis primeros pasos musicales, fueron de la mano del carnaval, algo que me entusiasmó desde pequeño, y que hizo que más tarde estudiara educación musical en magisterio.

Pero antes de lanzar a este coro al mundo del Carnaval, se viven una serie de momentos, claves, que hicieron fructificar la idea:

  1. La primera circunstancia que se da es la celebración del cincuentenario de la llegada de la hermanas del Amor de Dios a Cádiz. Pues el coro tiene que cantar en la catedral de Cádiz junto con el coro de Santo Tomás y junto a nuestro coro hermano, el coro de padres y madres del Amor de Dios, coro que participa en muchas actividades culturales de la vida gaditana, y que llena en estas fechas, de villancicos muchos lugares. Y claro, en un marco como la catedral de Cádiz, no se podía hacer cualquier cosa, aquello era muy serio y había que prepararse. Cantar en el coro de la catedral era un orgullo, y una responsabilidad muy grande. Y nos valió para crecer.
  2. Otro momento, o momentos especiales, que nos hicieron creer en el salto al Carnaval, era la participación constante en la gala de villancicos que año tras año organiza y celebra la asociación de Reyes Magos en el Gran Teatro Falla. Ahí ya, personalmente lo vi claro. Podríamos dar el salto y ampliar nuestro repertorio con el carnaval. Yo que había sacado agrupaciones juveniles a finales de los años ochenta y principio de los noventa, y tenía el gusanillo del carnaval aletargado; empiezo a manejar la posibilidad de volver, pero con la experiencia que como docente de música había adquirido.
  3. El tercer momento, ya culminante, es la llegada al colegio de mi compañero Jesús Cazorla, bandurria del coro de la Viña durante muchos años. Entablamos amistad dentro del claustro, y se involucra como el que más en el coro. Sopesamos medio en broma, medio en serio, la posibilidad de crear una rondalla, sin ella no es posible el coro de carnaval del colegio. Esta sale adelante, gracias a su entusiasmo y altruismo para con los chavales, y arrancamos una pequeña orquestita. Ya sólo faltaba dar el paso definitivo y decirles a todos: Este año sale del Amor de Dios, un coro juvenil de carnaval.

Decir esto era arriesgado, pues tenía que encajar en el proyecto educativo del centro, y además todos sabemos como se las gasta el mundo del carnaval, si todo salía bien, estupendo, pero si salía mal, es fácil hacer leña del árbol caído. Aún así, tiramos pa'lante, y no se me olvidará como en el bar Cádiz de Medina Sidonia, cuando nos tomábamos un café con una torta parda, típica de allí, durante una excursión con los alumnos de 5º y 6º, le dije a Jesús: quillo, que te parece el título Tierra de todos para el coro, ya tengo medio tango. Y nos inscribimos, el coro empieza a ensayar, pero cuando llega finales de diciembre, nos damos cuenta que el coro aún estaba verde, sobre todo en lo que a púa se refiere, salir en esa situación era como echar a los chavales a los leones, y haría fracasar quizás para siempre el proyecto. Tomamos la decisión de dar de baja al coro, pero con la intención de seguir trabajando con las bandurrias y laúd, pues para el próximo carnaval no podíamos fallar, y en efecto, los chavales maduran y nos volvemos a inscribir esta vez con el nombre de MENUDA TIERRA, y menuda aventura tan irrepetible que vivimos... y seguimos viviendo verdad Jesús...
                                                                              Eduardo Suero

Coro Juvenil de Carnaval "Menuda Tierra"

Para poder poner en marcha un proyecto de esta dimensión, primeramente necesitábamos y teníamos ilusión y motivación por parte de un grupo de estudiantes y alguien que se implicara y dirigiera el proyecto. Actividad que era totalmente desconocida por parte de los alumnos y alumnas, como más tarde nos fuimos dando cuenta a lo largo de la convivencia con ellos. La mayoría conocía muy poco sobre el Carnaval de Cádiz y, menos aún, sobre los coros. Los pocos que sabían algo sobre carnaval eran aficionados a la chirigota o a la comparsa de adultos, es decir, nuestro coro no ganaría un trivial sobre Carnaval ni por asomo.

Aunque nosotros, Eduardo y yo, conocíamos este mundillo, Eduardo ha salido en chirigotas juveniles y yo en coros adultos, ninguno teníamos idea de lo que hay que mover para sacar un coro adelante. Cada semana que pasaba era una contracción, utilizando el símil de un embarazo, llena de ilusión pero también cansancio, estrés y dolor.

Ya convencidos de poder hacerlo, pedimos permiso y presentamos el proyecto a la dirección del colegio Amor de Dios y al AMPA del centro educativo. Todos dieron su visto bueno y apoyo a lo que necesitáramos. Recordemos que el 98% de niños y niñas del coro pertenecen a Secundaria y Bachillerato del colegio, sólo 2 adolescentes no pertenecían al centro pero estaban relacionados con el Amor de dios.

Eduardo y yo teníamos muy claro que solos no podíamos con todo, es por ello, que implicamos a Paco Muriel, Presidente del AMPA y padre de una integrante, como representante legal de la agrupación.

Para que se vea la implicación del centro en el coro podemos reseñar, por ejemplo, que el colegio nos cede local de ensayo, se ha hablado del coro en el Consejo Escolar, juntas del AMPA, claustro, programa del Bicentenario del nacimiento de Padre Usera (fundador del colegio), compra de instrumentos, seguro, … e incluso se ha tenido en cuenta en las sesiones de evaluación, puesto que uno de los requisitos que tienen los integrantes del coro es estudiar y aprobar.

No sólo con el colegio nos era suficiente, necesitábamos más apoyos y ayuda, así solicitamos nuestra entrada en la Asociación de coristas y de la que sólo podemos hablar bien.

Ya hemos comentado que uno de los requisitos eran las notas. A veces nos hemos sentido como padres. No sé cuántas veces habremos dicho eso de “niño estudia”. Otro de los requisitos fue fijar una cuota de 10 euros al mes (60 euros en total), ser buena gente, y acudir a los ensayos (2 a la semana), siendo el viernes obligatorio y el martes atendiendo a si tenían exámenes o no al día siguiente.

En noviembre convocamos por primera vez a los padres para explicar qué se estaba haciendo con sus hijos. Yo personalmente tenía miedo de los padres, ya que podían reaccionar, criticar, no dejar hacer, … pero tenemos que agradecer la confianza que pusieron en sus hijos y en nosotros. Desde el primer momento tanto a hijos como a padres hemos intentado inculcar que lo importante era hacerlo bien en cada actuación y pasarlo muy bien. Creo que se ha conseguido y prueba de ello es la amistad que se ha logrado con el resto de coros juveniles.

Siguiendo con los padres, recordar que se les pidió implicación con la publicidad, búsqueda de batea, e incluso costurera. Sí, como se oye, en noviembre sólo teníamos grupo y repertorio.

Paco Muriel, Eduardo y yo teníamos muy claro que la costurera que ser alguien que pudiéramos ayudar económicamente porque lo estuviera pasando mal en estos tiempos de crisis. Acudimos a Cáritas a través de una hermana del Amor de Dios, pero no había nadie que se atreviera o las pretensiones económicas era muy elevadas para nosotros. Aunque el tipo era sencillo requería de horas de trabajo y nosotros teníamos un presupuesto muy bajo. Por mediación de una madre cumplimos nuestros requisitos, además de algún sobresalto de última hora.

Para que los integrantes del coro se fueran fogueando en interpretación, cantaron en actos del colegio, Gala de Reyes Magos de Cádiz y por último en los ensayos generales. En este punto queremos agradecer su confianza a la Peña de los Dedócratas y Peña El Molino al dejarnos “desafinar” un poquito y que nos ayudó a mejorar. También queremos agradecer al Colegio y a la Peña de la Salle-Viña que nos dejó sus instalaciones para hacer la presentación del coro, ya que nuestro centro educativo estaba cerrado por vacaciones.

Tras los ensayos generales, sólo nos faltaba implicar activamente al claustro y para ello le pedimos a una serie de profesoras que nos ayudaran con el maquillaje y figurantes del popurrit.

El primer día del concurso fue precioso. Ya Antonio Martín lo describía en la comparsa de Los Principiantes. Yo me quedo de este día con dos momentos: los desafinos en el camerino y la cara de satisfacción y alegría de cada adolescente tras la actuación por haberlo hecho bien.

¿Qué voy a contar ya del Carnaval de la calle? Primero gracias a Paco Mora por cedernos su batea y a nuestro coro por portarse como se comportaron.

A modo de conclusión o reflexión final:
¡Qué cuesta sacar un Coro de Carnaval, tanto esfuerzo como dinero!
¿Por qué un concurso infantil y juvenil se hace entre semana?
¿Por qué agrupaciones de adultos quieren tirar de juveniles que destacan?
El coro y el Carnaval nos ha sido una herramienta para educar a ser mejores personas, creatividad, solidaridad.
El coro ha sido y es un aliciente para el colegio y el barrio.
                                                                           Jesús Cazorla